domingo

Abandono.

Te sientes vacía, atemorizada, sola, estando sin estar.

Quizás pregunten o miren, pero ninguno tiende su mano, ni se pone de cuclillas para escuchar que esa mañana no tenías ganas de peinarte, de desayunar, leche y nesquik, como todos los días, que hoy solo te apetecía huir, correr, dejarlo todo atrás.
Alguien, solo alguien, te encuentra, y te levanta de ese suelo humedo y oscuro.
En la vida, nos enseñan desde pequeños lo que debemos hacer, gatear, masticar, comer bien, ser educados, correctos, estudiar... y poco a poco todos aquellos que nos rodean cada día nos exigen algo más.

Hasta tal punto en el que llega un momento en el que nos planteamos que si lo que hacemos es lo que de verdad nos llena en ese momento, mi pregunta es ¿por que siempre tenemos que esforzarnos por algo a largo plazo?
Nos preparan durante un año para la selectividad, ese punto álgido que marcará el fin de una etapa y el principio de la siguiente, y entonces, miles de dudas avasallan a nuestra mente, presiones continuas y múltiples elecciones, así que, me paro en seco.
¿De verdad quiero hacerlo?
Debería de ser decisión propia elegir mal o bien, ¿Por qué no nos dejan cometer ese error? ¿Por qué vivir bajo presión?
¿Por qué no abandonar?
¿Por qué no puedo abandonar un futuro incierto? Tal vez con el tiempo encontremos la respuesta acertada y contemplemos una ventana llena de posibilidades que podrían hacer te todo un caos algo sencillo y veloz.
Me gustaría poder decidir, equivocarme,abandonar.

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