domingo

El tiempo.

¿Qué esperamos de la vida?
Yo, nada.
No quiero esperar a que las cosas llegen, a que se arreglen, no me gusta quedarme sentada esperando a que me hagan los deberes, no....no tengo paciencia.
Diariamente esperamos algo sobre algo, algo que cuando llege nos motivará o en algunos casos nos provocará un profundo dolor.

No quiero esperar, pero aún así, lo hago, solo espero a que alguien llege.

Solamente eso. A que lleges.

Abandono.

Te sientes vacía, atemorizada, sola, estando sin estar.

Quizás pregunten o miren, pero ninguno tiende su mano, ni se pone de cuclillas para escuchar que esa mañana no tenías ganas de peinarte, de desayunar, leche y nesquik, como todos los días, que hoy solo te apetecía huir, correr, dejarlo todo atrás.
Alguien, solo alguien, te encuentra, y te levanta de ese suelo humedo y oscuro.
En la vida, nos enseñan desde pequeños lo que debemos hacer, gatear, masticar, comer bien, ser educados, correctos, estudiar... y poco a poco todos aquellos que nos rodean cada día nos exigen algo más.

Hasta tal punto en el que llega un momento en el que nos planteamos que si lo que hacemos es lo que de verdad nos llena en ese momento, mi pregunta es ¿por que siempre tenemos que esforzarnos por algo a largo plazo?
Nos preparan durante un año para la selectividad, ese punto álgido que marcará el fin de una etapa y el principio de la siguiente, y entonces, miles de dudas avasallan a nuestra mente, presiones continuas y múltiples elecciones, así que, me paro en seco.
¿De verdad quiero hacerlo?
Debería de ser decisión propia elegir mal o bien, ¿Por qué no nos dejan cometer ese error? ¿Por qué vivir bajo presión?
¿Por qué no abandonar?
¿Por qué no puedo abandonar un futuro incierto? Tal vez con el tiempo encontremos la respuesta acertada y contemplemos una ventana llena de posibilidades que podrían hacer te todo un caos algo sencillo y veloz.
Me gustaría poder decidir, equivocarme,abandonar.

viernes

Todo lo que la gente mata, nos mata.

Últimamente, todo a mi alrededor se desvanece o no llega a realizarse, la fase, no se completa, el salto se queda vacío.
Y no es que no sea exigente, que me conforme, es que me desvanezco tras varios ataques seguidos, ¿Qué puedo hacer? si todo lo que me rodea me asfixia, me mata.
Es todo,toda mi vida, me canso de luchar, de tocar el extremo, de que nadie pelee por lo que dicen que realmente les importa.
Me canso de esforzarme continuamente en todo, en los estudios, en mi familia, con mis amigos, con mi pareja, el obstaculo, a veces, es tan grande que te oprime el pecho, y al respirar es como si te inyectaran una vacuna contra la felicidad.
Los sueños se difuminan, cada día los dislumbro más lejos de mi.

lunes

Un segundo lugar en el mundo.

En el mundo, hay millones de personas, y en tu ciudad podrías día a día tropezarte con cientos de ellas, tal vez algunas bastante similares y espectaculares, pero como dicen, siempre nos acercamos a las personas que mas daño pueden llegar a hacernos.
En determinadas ocasiones, ves como pasan los momentos, como nacen las personas y como crecen las situaciones.
En mi vida, siempre lo ví todo desde un segundo plano, y ahora, lo siento más que nunca.
Que exista un podium está bien, que por descarte, por segunda opción, avancemos un nivel, esta bien.
Sonríe, piensa que siempre estuvo bien,que estará bien, aunque solamente te afecte a ti misma.

Y entonces llegará el momento en el que te derrumbes pero aún así necesites sus abrazos.

domingo

Con la esperanza en un puño.

Corría acelerada, calle abajo, con el viento helandole sus pomulos sonrosados, como si cupiese la posibilidad de que la cita dejará de existir, por un momento, se tranquilizó, paro en seco y respiró profundamente, durante un segundo dejó la mente en blanco, ató su pelo lacio con un escandaloso lazo verde en una alta coleta y con paso firme y decidido cruzo la puerta del restaurante, constantemente y en repetidas ocasiones miraba el reloj confundida, mirando sin ver.

Doce minutos tarde, 26 minutos, 47.... allí estaba ella, en la mesa de siempre, con el lazo de siempre y su sonrisa de siempre.... 

12 de Diciembre.
Un año más, no se presento.

El miedo.

Y es que es agobiante...

Es agobiante volver al índice a cada instante.
Es agobiante oler a flores cada día, como si nunca se marchara la primavera.
Es agobiante despertarme a su lado todos los días.

Es agobiante buscar la perfección de la gente.
Es agobiante recordar cada momento.
La gente, es agobiante.
Salir, es agobiante.
Y es que me da miedo mantener una respiración ligera, un ritmo acelerado... el poder provocar una parada en el corazón.
Pero me da miedo quedarme encerrada, a oscuras, aislada.

Prefiero sentir el agobio.

De la rutina 

Corre.

Se volvió hacía el y comprendió que ya no la entendía, ella, quería algo mas. 
Continuamente buscaba en la niebla de un amanecer, luchaba contra la higrometría del momento, sollozaba ante sus esfuerzos... pero aún así no podía llegar más allá de la poca intensidad que figuraba en cada momento.
Y ahí estaba ella frente a frente contra él, apunto de romper su vida para intentar crear una aislada de la real. Tenía las manos heladas y el pelo enmarañado, y es que aunque no lo fuera, poseía toda la imagen de una heroinómana en cuarentena.
El cuerpo le empezó a temblar, sentía los huesos helados, pero anhelaba contrarrestar el momento, la situación no iba más allá y se sentía frustrada, dolida, quemada.

"Ven, acercacate,huyamos. Creemos una burbuja de asteroides"


Pero nunca lo dijo, y allí se quedo, mirando como se alejaba, desplomada junto a sus esfuerzos.